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El lupus es una enfermedad autoinmunitaria, un tipo de padecimiento que ocurre cuando el sistema inmunitario ataca las células y tejidos sanos por error. Este ataque causa inflamación, así como también puede dañar muchas partes del cuerpo, incluyendo las articulaciones, piel, riñones, corazón, pulmones, vasos sanguíneos y el cerebro.

En el caso del Lupus, esta enfermedad es crónica y compleja, pues provoca inflamación generalizada y daño del tejido en los órganos afectados.

Hay varios tipos de lupus

  • Lupus eritematoso sistémico: Es el más común. Puede ser leve o grave, y puede afectar a muchas partes del cuerpo.
  • Lupus cutáneo: Afecta la piel. Causa sarpullido o llagas, generalmente después de que la piel se expone a la luz solar. Los dos tipos principales de lupus cutáneo son el lupus discoide y el lupus cutáneo subagudo.
  • Lupus inducido por medicamentos: Es causado por una reacción a ciertas medicinas. Los síntomas pueden empezar de tres a seis meses después de empezar el medicamento. En general, los síntomas desaparecen cuando deja de tomar el medicamentos.
  • Lupus neonatal: No es común y afecta a los recién nacidos. Es probable que sea causado por ciertos anticuerpos que son pasados de la persona embarazada al bebé.

Si bien no se conoce la causa del lupus, las investigaciones identifican ciertos factores genéticos, medioambientales (como infecciones virales, luz solar, ciertas medicinas y fumar) y problemas con el sistema inmunitario que podrían causar esta enfermedad.

Los riesgos más graves para la salud son la enfermedad cardiovascular, la enfermedad renal y el accidente cerebrovascular. Las personas con lupus tienen especialmente mayor riesgo de presentar aterosclerosis (endurecimiento de las arterias). Además, en algunas personas, la inflamación puede observarse en el mismo corazón (miocarditis y endocarditis) o en la membrana que lo rodea. La endocarditis puede dañar las válvulas cardíacas y producir soplos en el corazón. Cuando la enfermedad afecta a los riñones, los pacientes suelen requerir tratamiento intensivo con medicamentos para evitar el daño permanente. El lupus también puede atacar al cerebro o al sistema nervioso central y producir convulsiones o un accidente cerebrovascular.

El lupus puede tener una multiplicidad de síntomas, siendo algunos de los más comunes:

  • Artritis, que causa dolor e inflamación en las articulaciones y rigidez en la mañana.
  • Fiebre.
  • Fatiga o sensación de cansancio frecuente.
  • Erupciones rojas en la piel, generalmente en la cara y en forma de mariposa.
  • Dolor de pecho al respirar profundamente.
  • Dolor o hinchazón en las articulaciones.
  • Pérdida de cabello.
  • Dedos de las manos o pies pálidos o de color púrpura por frío o estrés (enfermedad de Raynaud).
  • Sensibilidad al sol.
  • Hinchazón en las piernas o alrededor de los ojos.
  • Úlceras en la boca.
  • Inflamación de glándulas.
  • Dolor de cabeza y mareos.
  • Confusión y problemas de memoria.

Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, a esto se le llama “brotes”. Los brotes pueden ser leves o severos, y nuevos síntomas pueden aparecer en cualquier momento.

Para poder enfrentar el Lupus, es importante cumplir un papel activo en su tratamiento. Aprender sobre esta enfermedad y detectar las señales de alerta de un brote puede ayudar a prevenirlo o hacer que los síntomas sean menos severos.

También es importante encontrar maneras de lidiar con el estrés que causa tener lupus. El ejercicio y otras formas de relajación pueden hacer más fácil sobrellevar la afección. Un buen sistema de apoyo también puede ayudarle.